Técnicas


Ofrece tu vida y tus acciones a Dios: " La Consagración"

En el momento en que algo es creado y se apoya totalmente en la ayuda de Dios, ese algo perdurará eternamente, no será efímero, ya que estará sin muerte. Así que una manifestación centrada en Dios integrará en ella algo de la vida eterna. De este modo nos guiará hacia la vida eterna. Todo aquello que no sea eterno, es solo mortal y tarde o temprano perecerá, desaparecerá, se arrancará desde su raíz porque está sometido al inexorable colmillo devorador del tiempo.
Cuando Dios recibe los frutos de nuestra acción como fruto que será fructificado no de aquel que realiza la acción sino que de Dios el Padre, en esta situación el ser humano es en contacto con Dios Padre. El es de ese modo en contacto con el eterno y vive en cierta proporción el estado de comunión con aquello que es inmortal, con aquello que es eterno. Ofrecer a Dios nuestras acciones importantes a lo largo del día, especialmente desde del punto de vista del fruto, tendremos la posibilidad de centrarnos en Dios Padre, ser participantes en cierta proporción del estado de inmortalidad, del eterno. En esta situación podemos sentir su inspiración, fuerza, gracia, poder y lo que es más importante, estaremos absueltos de las cadenas del Karma.

Mucha gente tiene miedo a veces de las acciones que realiza. ¿Por qué? Porque estas acciones, cuando se hacen sin esta ofrenda de sus frutos hacia Dios, crean cadenas kármicas, en el sentido que después el ser humano, estará obligado tarde o temprano en esta existencia o en la futura a recibir los frutos que merece. Si la acción ha sido mala, estos frutos serán amargos; pero incluso en el caso de las acciones buenas, benéficas, el ser humano que no ha realizado la consagración de sus acciones hacia Dios, estará obligado de modo inexorable a volver a reencarnarse y recibir así estos frutos.

Mediante esta entrega nuestra, nos beneficiaremos interiormente de la gracia de Dios, con su fuerza y su inspiración en la realización de aquella acción y al mismo tiempo, la acción que realicemos no nos atará creando condicionamientos ni para el futuro cercano ni para las eventuales encarnaciones futuras.

Por tanto, al consagrar los frutos de nuestras acciones a Dios Padre estaremos libres de los frutos de nuestras acciones, y aquél que las realiza a través de nosotros, en esta situación, es Dios mismo. Después de consagrar, sentimos su gracia efectiva porque no somos nosotros los que actuamos en este momento sino que es El, y así podemos estar extraordinariamente enriquecidos; porque a través de nuestras acciones podemos participar de modo directo en la manifestación divina.

La consagracion es un estado de gracia que puede tener el ser humano en cualquier momento con la condición de no olvidar y ofrecer los frutos de sus acciones importantes a Dios. Es muy importante realizar la consagración también cuando están juntos con su pareja antes de una fusión amorosa íntima. No perder nunca de vista que esta ofrenda de los frutos de la acción que se realizará, incluso por esta fusión amorosa que puede ser extática, maravillosa, de una inmensa felicidad, es necesario, sin embargo que se realice. Incluso en esta situación no tienen que olvidar que esta consagración, esta ofrenda del fruto de sus acciones tiene que ser, de modo obligatorio, ofrecida a Dios.

"Aquél que olvida hacer la consagración, no se centra en Dios".


Algunos dicen: "Sí, he olvidado hacer la consagración pero la he hecho después", esto es un error y tienen que saber que no tiene ningún tipo de valor hacer la consagración después. Pueden estar seguros que en un caso así, los frutos de su acción son en totalidad suyos y que no se pueden fructificar espiritualmente ulteriormente. No tiene ningún valor incluso ni 4 horas continuas, ni 6 horas, ni 8 horas después de realizar la acción, porque existe una ley del comienzo que hace que Dios se implique sólo en lo que hagan con Él simultáneamente. Lo que hace alguien como ignorante, o sea de modo egocéntrico, le partenece, y Dios no hace directamente nada después, para modificar algo en los frutos que han entregado egocéntricamente.


Existe también otro error que cometen algunos de tipo: "Yo no necesito consagrar las acciones importantes del día porque he hecho una consagración por la mañana y aquella consagración es suficiente". Esto también es un error, que es mejor eliminar, porque aquella consagración global se refiere a la integración global de sus actividades, pero para ciertas acciones especiales que realicen, (incluso la fusión amorosa) tienen que saber que debe existir una consagración especial, distinta, precisa, que se debe realizar. Así que teniendo en cuenta que una consagración no insume más de 4 o 5 minutos de nuestro tiempo para las acciones muy importantes y no más de 1 minuto para las acciones secundarias vale la pena no perder esto de vista y realizar las consagraciones.

Esto contribuirá inmensamente a la aceleración de su evolución espiritual porque lo integrará en lo que se llama KARMA YOGA, que es Yoga instantáneo que nos permite ser tangentes con el Infinito, con Dios Padre a través de esta ofrenda de los frutos hacia Él.


¿Cómo se realiza efectivamente la Consagración de una acción?


La Consagración se realiza en primer lugar con una sinceridad total y es como una ofrenda que se regala a Dios, como un regalo que se le ofrece desde el punto de vista de los frutos de la acción. Vamos a dar un ejemplo, algo muy banal.


Por ejemplo, en un determinado momento, alguien se despierta por la mañana y decide comprar leche para su madre. Se viste, toma dinero, toma la bolsa y va a comprar la leche para su madre pensando: la acción que hago ahora, su fruto, es para mi madre, que se alegrará mucho porque le he comprado leche. Esta acción no es para mí, a mí ni me gusta la leche, pero todo esto lo hago porque a mi madre le gusta la leche y se pondrá feliz cuando vuelva del trabajo y vea los 2 litros de leche que le he comprado y ofrecido. Cuando llegue le diré: "¡Madre, te ofrezco estos 2 litros de leche! ¡Son tuyos!"


En este caso, nuestra acción de ir a comprar la leche e incluso la leche comprada está utilizada para hacer feliz a nuestra madre.


Los frutos de esta acción pertenecen a nuestra madre. Podemos estar felices interiormente por la razón de que nuestra madre se pondrá contenta, pero con todo esto, la alegría que sentirá ella por la razón de que la hemos comprado para ella, le pertenece en su totalidad.


De modo idéntico en la situación en la que ofrecemos a Dios los frutos de una acción, debemos hacerlo con el candor de un niño, consagrar, para que no venga, lo que debíamos recibir o lo que debía seguir después de aquella acción, porque estos frutos están ofrecidos a Dios. Si hacemos así, aunque no sabemos teoremas metafísicos complejos, cuando ofrecemos o pensamos que vamos a ofrecer los frutos de nuestras acciones a Dios, sentiremos interiormente un estado inefable de comunión, de que nos cargamos con un flujo trascendente, extático, que siempre se manifiesta en nuestro ser desde arriba hacia abajo.

Sentimos como entra por la coronilla y nos penetra, nos invade y hace que nuestro ser se inunde por este flujo de gracia que es la respuesta de que lo que hemos ofrecido como fruto, está aceptado por el Divino. Este estado nos confirma que esta consagración es fructífera y así estamos seguros de que la acción que vamos a hacer después, está inspirada por Dios, está sostenida por Él, le pertenece en totalidad. Somos el instrumento a través del que se manifiesta el poder de Dios, y así nosotros somos el instrumento y Dios es aquél que beneficia. Los frutos le pertenecen, tanto los que seguirán después de una hora como también los que seguirán después de cinco años, diez años, cien años, doscientos años, ochocientos años; todos estos frutos son suyos en totalidad.


Si realizamos esto, si ofrecemos en un estado de candor a Dios, con anticipación, los frutos de nuestras acciones, y sentimos una respuesta transfiguradora, ennoblecedora, extática, que nos da fuerza, poder, e incluso pensamientos que nos ayudarán a perfeccionar la acción que vamos a realizar, entonces podemos decir que hemos consagrado nuestra acción de verdad a Dios como fruto y que ésta ha sido recibida.


En la situación en la que unas acciones no son seguidas por esta respuesta, significa que la acción respectiva no está aceptada por el Divino y entonces no la tenemos que realizar. Paramos, porque ahí hay algo que no está en regla. Si Dios no acepta este regalo nuestro, significa que algo no está en armonía en nosotros, o en el ser con el que fusionamos, o en el momento respectivo, que puede que sea un momento malo que puede generar resonancia en nuestro ser. Esta ausencia de la respuesta, de la integración, nos hace entender que nuestra ofrenda no está aceptada, no está recibida. En este caso tenemos que parar porque si de todos modos realizamos esta acción, sus frutos nos encadenarán obligatoriamente y tendremos otra posibilidad para recibirlas únicamente mediante nuevos condicionamientos y a través de una ulterior encarnación. Es algo inevitable.


¿Si consagramos podemos considerar que la respectiva acción no tiene más efectos Kármicos?

Esta afirmación es real con la condición de que la consagración se haga de verdad y evidentemente si existe esta respuesta por parte de Dios. No basta si decimos: "¡Oh Señor! ¡Te ofrezco los frutos de mi acción de hoy!". Si después de esto no sentimos aquel estado de comunión extática, aquella respuesta de Dios, que es como una reacción, entonces no se puede decir que hemos hecho de verdad la consagración y que no estaremos obligados a que nos encadenen los frutos de nuestra acción en una encarnación ulterior para recibir las consecuencias de nuestra acción actual. No es todo consagrar, sino que también sentir que ha sido aceptada nuestra consagración; y esto no se manifiesta necesariamente como una aparición de una voz interior que te dice: "!Si hijo, está bien!", sino que es un estado interior o una reacción inefable que aparece de forma clara e indudable como algo ennoblecedor, transfigurador, que nos endiosa por unas fracciones de segundo o incluso por varios minutos y que nos enseña de verdad que podemos continuar y realizar aquella acción, porque así como decía, nunca una acción que ha sido realizada, se puede consagrar después a Dios. Es imposible, y pueden estar seguros que Dios no recibe nunca las acciones malas que alguien quiere realizar diciendo: "Si consagro no tiene importancia, ya que ahora consagro a Dios el acto de magia negra que hago para matar a mi vecino que me molesta. Si hago esto, Dios recibirá, e incluso me ayudará y yo no tendré Karma y seré un mago negro terrible debido a que todas mis acciones infames son acciones de Dios. Yo solamente me beneficio, porque es Dios que ha matado a mi vecino con mi ayuda." ¡NO! Algo así esta excluido. Estas acciones Dios no las sostiene e incluso si alguien las consagra, la respuesta es No. De modo idéntico para las acciones aberrantes, paranoicas, que pudieran estar inspiradas a hacer a alguien, por otras fuerzas oscuras, demoníacas o satánicas. No es todo ofrecer, sino que se tiene que recibir también esta ofrenda de los frutos de sus acciones por el Divino. No crean que acepta cualquier aberración.
Si queremos consagrar una determinada acción que tiene como meta nuestra transformación, por ejemplo, una acción para la purificación mental o para lo que consideramos que necesitamos, ¿qué implicaciones tiene este tipo de consagración?

Si los frutos de la respectiva acción están ofrecidos de verdad a Dios, entonces esta consagración puede tener solamente efectos Divinos, de total liberación nuestra de los frutos de la acción que realizamos, y al mismo tiempo hace que Dios se manifieste a través de nosotros y realice lo que nosotros le hemos consagrado.

Consagrando, por ejemplo, una sesión de asanas y consagrando sus frutos a Dios, sin duda nos abrimos tanto más hacia Dios, y su gracia, su poder, su inspiración, su energía, se verterán en los momentos que siguen después, en nuestro ser, y las cualidades de las vivencias y los estados que tendremos después serán extraordinarios en esta situación. Por eso es tan importante consagrar los frutos de nuestras acciones a Dios.

Así podemos recibir del Divino la fuerza, la inspiración y todo el soporte para que nuestra acción sea integrada en la armonía Divina. Olvidar hacer esto, implica que la respectiva acción, incluso espiritual, sea realizada con fuerzas propias, y será una acción egoísta que generará después, un determinado encadenamiento kármico. En esta situación nos tendremos que beneficiar después de una determinada situación existencial en una encarnación ulterior, en la que se nos compensará exactamente lo que hemos hecho. Si no hemos alcanzado la liberación espiritual, nos tenemos que reencarnar y podremos vivir, por ejemplo en un ashram, donde nos beneficiaremos del ambiente espiritual de ahí, pero sin embargo, será obligatoria esta encarnación nuestra. No la podemos evitar si por ejemplo, hemos hecho iniciaciones en una determinada fuerza cósmica divina, olvidando hacer la consagración, una vez, dos veces, tres veces, cinco veces; o, por ejemplo, vamos a decir que si hemos iniciado 6000 hombres, pero la hemos hecho egoístamente, para esto nos vamos a reencarnar digamos 20 veces en diferentes ashrams del planeta, en este planeta o en otros donde obligatoriamente nos tendremos que beneficiar de este ambiente espiritual que merecemos.

Es una cuestión obligatoria, y no podemos evitarla diciendo: "¡No quiero más, me he cansado!". Así que queriendo o no queriendo tendremos que soportar estas consecuencias de nuestra acción.

Haciendo la consagración, la energía viene de Dios, pero no nos sentimos agotados, extenuados, terminados, vacíos, sino que sentimos que estamos integrados, que nuestra acción es fluida, que una fuerza infinita nos sostiene y al final percibimos que somos libres, que no podemos esperar ninguna consecuencia de nuestras acciones, porque no da ningún tipo de fruto, no estaremos obligados a encarnarnos así como ocurre en la otra situación cuando aquel que hace la misma iniciación olvida consagrarla a Dios. Así que son dos acciones que vistas desde afuera, pueden hacer a alguien incapaz de discernir, desde el punto de vista sutil, decir: "Es lo mismo". Uno consagra, el otro no. Ambos hacen una iniciación, por ejemplo, en Tara (la Gran Fuerza Cósmica de la Compasión) en dos ciudades diferentes. Uno al final estará extenuado, agotado porque trabaja con su energía propia, y el otro será capaz de iniciar 10.000 hombres más, después que ha acabado la iniciación de los 6.000. ¿Por qué? Porque en un caso él está integrado desde el punto de vista divino, y toda la energía viene de la respectiva fuerza cósmica, y en el otro caso, él funciona con las energías que le pertenecen como ego, como ser individualizado. En la situación de la consagración él está ya integrado en una red en la que Dios se manifiesta a través de él. En la otra situación, él es aquel que manifiesta solo y eventualmente llega a la respectiva fuerza cósmica, pero su vitalidad de sostenimiento le puede abandonar.
Por ejemplo, si alguien hace esta iniciación y está 8 horas de pie, en el caso en el que ha realizado esta acción con consagración sentirá que no se cansa. En la situación en la que él hace la misma acción pero sin consagración, constatará que después de 2-3 horas siente cansancio en las piernas. Aunque el haga una acción espiritual, su energía física le abandona. ¿Por qué?

Porque él funciona con lo que tiene su ego, con lo que tiene su individualidad. En la situación de la consagración, él funciona con energía que proviene de Dios que compensa lo poco que el tenía al nivel individual; y en lugar de sostenerle para quedarse de pie 2 horas, le puede sostener 14-20 horas porque, de hecho, Dios le sostiene y él sólo percibe que no se cansa y se sorprende cómo ha podido hacerlo. En la otra situación se cansa y tiene que parar; ¿Por qué? Porque está rota la comunión con Dios.


¿La oración "El Padre Nuestro" dicha antes de una acción puede sustituir la consagración?


No. Puede crear en nuestro ser un estado de comunión con Dios, pero no la puede sustituir porque la consagración es una ofrenda nuestra directa entregada a Dios, a quien le ofrecemos los frutos de nuestra acción. No es equivalente con la oración. Puedo decir El Padre Nuestro para sentirme más cerca de Dios, pero esto no excluye ofrecerle después, los frutos de mi acción. Son dos cosas distintas. No tienen que caer en esta confusión. Si sienten que se les hace difícil abrirse hacia Dios para realizar la consagración, antes de ésta pueden decir El Padre Nuestro. Así pueden sentir un estado de comunión empática, de abrazo que Dios les ofrece, cuando dicen con sentimiento El Padre Nuestro y después pasan a realizar la consagración.
El decir El Padre Nuestro, el sentir el estado de comunión con Dios y después decir: "¡Ya! He consagrado, Dios me ha respondido." No tiene ninguna eficiencia desde el punto de vista de la eliminación del condicionamiento kármico, porque el acto de ofrecer los frutos de nuestra consagración es un acto distinto que no tiene nada que ver con el Padre Nuestro. El Padre Nuestro es el Padre Nuestro y la consagración de los frutos de nuestra acción hacia Dios es otra cosa. Son dos cosas distintas.



"El Arte de Bendecir"


El Arte de Bendecir permite que la Suprema Energía, que está más allá de la existencia y de la no-existencia, fluya sobre la persona. Proviene de la esfera todopoderosa del Divino Espíritu de Dios Padre. No existe nada en el Universo igual o superior a ella. Es todopoderosa, ubicua, eterna, y todo, en los tres mundos, está subordinado a ella. La persona que adquiera esta técnica por completo, comprende que nada existe más allá de Dios Padre. Esta Energía nos conduce a la Unica Realidad Eterna, y nos revela la verdad última acerca de la auténtica manifestación del Espíritu Eterno de Dios. Aunque puede ser débil al comienzo, este flujo de Energía Divina gradualmente nos ayuda a trascender el Maya, la raíz de todos los placeres y de todos los sufrimientos), y de este modo alcanzar una vida pura, benéfica. La Suprema Energía Divina nos ayuda a desprendernos de todo lo que nos encadena, nos ayuda a descubrir la sabiduría divina sin ser afectados por el remolino de la vida, conduciéndonos a la liberación final. Nos enseña que todo ser humano es una manifestación divina, lo que nos lleva a experimentar más a menudo y más intensamente sentimientos de amor, compasión, perdón, no-violencia, y altruismo. Nos impulsa y sostiene para que irrevocablemente podamos liberarnos del ciclo de la reencarnación. Nos ayuda a descubrir la naturaleza del Atman. Más aún, puede despertar en nosotros un infinito e incondicional amor, asegurándonos una fuerza interior extraordinaria.

Revelaciones fundamentales acerca de la bendición fueron realizadas por Sri Yukteswar, y explicadas a Paramahansa Yogananda, tal como se establece en su libro "Autobiografía de un Yogui". Aquí entramos en el conocimiento de lo Divino, el mundo trascendente, y los mundos físico, astral y causal que son importantes para comprender las Leyes Divinas que forman la base del "Arte de Bendecir". La energía de la Bendición proviene de la Suprema Energía Divina. La Gracia Suprema puede efectivamente descender sobre nosotros. Este Supremo Espíritu Divino existe más allá de los tres mundos (esto es, el físico, el astral y el causal).


¿Qué es el Arte de Bendecir? El Arte de Bendecir: - es una práctica que requiere un esfuerzo interior determinado y eficiente; - mediante nuestros actos altruistas, logramos amar y ayudar a aquellos que son infelices, ya que es a Dios a quien amamos en los demás; - mediante el amor incondicional a todas las expresiones de Dios, destruimos el ego, la presencia de Dios se volverá cada vez más luminosa en nosotros, y al mismo tiempo las influencias maléficas disminuirán en proporción; - nos conduce a la maduración espiritual, lo cual crea la oportunidad de encontrarnos con nuestro maestro espiritual. Este encuentro tiene lugar a través del juego divino, por nuestra propia necesidad. Sus enseñanzas se adecuarán a nuestras necesidades, y los seguiremos incondicionalmente; - surgirán a menudo momentos de sincronicidad; - es un camino directo y completo, sin decepciones, hace desaparecer todo temor y toda duda; - nos guiará a través de sí mismo. Nos enseñará el camino a seguir; el cual es brindarnos hacia la humanidad, el desarrollarnos de una manera que es mutualmente benéfico para la humanidad. Tanto los seres vivos como los muertos, (que viven ahora en otros planos de existencia), que nos son queridos, pueden ser bendecidos. Es exactamente tal como una oración, una ofrenda de luz, un réquiem, u otros servicios que hagamos en bien de los que han partido. El mundo existe para despertar nuestra fe en Dios. El Arte de Bendecir es el primer paso esencial; despierta nuestra fe en Dios, nos hace confundirnos con Dios. Al comienzo, es suficiente creer en Dios, para que esta semilla se manifieste por sí misma. Mediante el Arte de Bendecir, esta semilla germinará y se manifestará con poderoso esplendor. No veremos nada más que a Dios, e incluso llegaremos a olvidarnos de nosotros mismos, porque Dios es todo. El Arte de Bendecir nos conduce a la comprensión de que los momentos de Gracia Divina o de inspiración no ocurren al azar, sino que podemos provocar que ocurran en el momento que lo deseemos, como consecuencia de este Arte. Las leyes Divinas y la Bendición La Ley de Analogía La Ley de Analogía es también conocida como la ley de correspondencia entre el microcosmos del hombre, y el macrocosmos del universo, es decir, entre el espíritu individual Atman, y el Esíritu Universal Paramatman. Todo lo que existe en Dios Padre, existe también en nosotros. Mediante el Arte de Bendecir tenemos acceso a la Suprema Energía de Dios. La Ley de Vibración Nada es inmóvil. Todo lo que existe es meramente vibración que se manifiesta en diferentes escalas. De ahí la diferencia entre manifestaciones de materia, sentimientos, pensamientos, y otros fenómenos, lo que tiene esta sencilla explicación. La escala de la evolución se forma con grados de frecuencias, desde la densa hasta la sutil, alcanzando hasta el Espíritu Inmortal de Dios. Cuanta más alta la vibración, más elevada la manifestación. En realidad, la materia está compuesta por partículas de energía en constante movimiento, de un determinado ritmo. Pitágoras descubrió que el movimiento es característico de toda o cosa o ser vivo. Aun lo que aparenta estar inerte tiene una determinada frecuencia de vibración. Todo lo que existe en el Universo ha sido creado por la Divina Energía. Un objeto sujeto a vibración puede aparecer inmóvil, por ejemplo, los ejes de una rueda en movimiento aparecen como un objeto fijo, compacto.
No debemos dejarnos engañar por las apariencias. Mas bien, debemos buscar más allá, para estar más cercanos a la realidad, y así ver si un determinado objeto es rústico o refinado. Descubriremos que la luz, el calor, el magnetismo y la electricidad son nada más que fenómenos vibratorios. Esto es también cierto para los pensamientos, las emociones, los estados de ánimo, y la fuerza de voluntad: son todos estadios vibratorios, emitidos hacia el exterior, y que tienen un impacto mayor o menor sobre el entorno. La ley de vibración representa la capacidad de intervenir en niveles bajos de manifestación, a fin de producir las transformaciones deseadas. De acuerdo a la ley de vibración, la Energía Suprema es atraída hacia nuestro ser mediante la técnica del Arte de Bendecir. Proviene de Dios Padre, y es la energía Suprema que se origina en el Espíritu Absoluto de Dios. Al atraerla, damos el primer paso en el camino del Amor Divino. Esta energía es la respuesta que Dios Padre ofrece a cada uno. "Pide y se te concederá. Golpea a la puerta, y ésta se abrirá" – esta es la promesa fundamental que el Creador realizó a la Creación, y que El siempre ha respetado. Dios Padre adjudica de inmediato la Suprema Energía Divina de Su Espíritu, como respuesta a nuestras plegarias.

El Arte de Bendecir nos permite recibir los más valiosos dones espirituales. Las energías que el espíritu individual Atman recibe de Dios tienen una frecuencia de vibración muy elevada, hacen que todo sea posible en la totalidad de la manifestación del espíritu. La Ley de Causa y Efecto Toda causa genuina que no ha sido eliminada, tiene su propio efecto, y todo efecto que se manifiesta, tiene su propia causa que lo origina. Todo tiene lugar de acuerdo con las leyes universales establecidas por Dios. "Suerte" o "accidente" son solamente nombres que el ignorante da a la ley de necesidad. Nadie puede eludir las Leyes Divinas que Dios ha establecido.

Tenemos la tendencia a encarar la ley de causa y efecto desde su aspecto más pesimista, negativo y fatalista – esta actitud parece casi normal. Nuestra superficialidad y mediocridad nos hacen malinterpretar este principio, que es también llamado la ley del Karma, y que tomemos a las apariencias como la realidad. Nada es fortuito o por azar. Existe una fuerte conexión entre los acontecimientos y lo que sigue de ellos. Todos los pensamientos provienen de la mente, todas las acciones provienen de nuestros pensamientos, todos son eslabones de una cadena de causa y efecto.

Este es el secreto contenido en la divina ley espiritual. Por lo tanto, es necesario entrenar a la mente para el logro de la felicidad, ya que esta es la representación emocional de la evolución espiritual. Desafortunadamente, la mayor parte de las personas limitan su acceso a la felicidad y se entregan a estados negativos. Se abandonan pasivamente a la voluntad de otros, por ejemplo, con los medios masivos de comunicación. De este modo, se pierde la capacidad de ejercer su propia voluntad, y se permite ser manipulados.

El hombre sabio e iniciado puede emplear la ley divina de un modo inteligente, en oposición a las leyes hechas por la gente. Lo superior prevalece sobre lo inferior. El común sentimiento del temor es un tormento que bloquea el conocimiento y detiene la evolución. Así, si nos sentimos preocupados, deberíamos admitir libremente nuestros errores y proseguir nuestro camino hacia adelante, y de este modo lograr mantenernos en calma. Nuestros errores impactan solamente sobre nosotros; los errores de los demás nos muestran en qué nivel estamos. Si alguien nos hiere, acumula Karma, y esto no nos afecta. Por lo tanto, no debemos tomar venganza, sino analizar el motivo por el cual atrajimos esa acción sobre nosotros.

La ley de "ojo por ojo – diente por diente", se anula de este modo. Debemos considerar todas nuestras experiencias como pruebas espirituales para hacer frente a nuestros errores, y aprender de ellos. Si no tenemos éxito en este aprendizaje, simplemente nos situaremos detrás de otros seres más avanzados que podemos encontrar en nuestro entorno. Por ejemplo, un hombre, un hombre que mata, será matado en la próxima existencia. A través de su acción, él adquiere un deber hacia sí mismo. Si no llegamos a comprender esto, continuaremos matando y siendo matados vida tras vida. Es por lo tanto importante adquirir consciencia, ser claros y honestos hacia nosotros mismos, aspirar a Dios, y seguir una trayectoria ascendente hacia los divinos frutos celestiales. Todos los acontecimientos ocurren por causas de las que sabemos muy poco, pero una vez que el misterio ha sido resuelto, se vuelven naturales. La ley de sincronicidad Todo es Uno, y esto es Dios Padre. Esto incluye todo: yo, tú, ella, las criaturas, los elementos tattvicos, etc., etc.

La comprensión total de esto solo puede lograrse a través de una consciencia supra-mental. Este estado de verdadera armonía es imposible de alcanzar mediante un mero entendimiento mecánico. Aquél que logra este grado de consciencia está por encima de las acciones humanas, más allá del karma. Las personas que cometen actos egoístas, simplemente ponen en evidencia el grado en el que malinterpretan la vida, porque las apariencias son diferentes a la realidad.

Para lograr ver a la vida tal como realmente es, es preciso alcanzar el conocimiento divino. A través del Arte de Bendecir, la Consciencia Divina es despertada en nosotros. La persona se vuelve moral, nunca causará daño a nadie ni a nada. La Consciencia Divina proporciona tal paz mental que no puede ser perturbada por nada; este es el camino más rápido para obtener el Supremo objetivo. Con respecto a la devoción, el amor de una persona consciente es mayor que el amor de una madre, porque ella se siente separada de su criatura, pero el ser humano que logra la consciencia divina, se siente uno con Dios. Es necesario practicar con tenacidad el Arte de Bendecir, ya que de esta forma podremos alcanzar la Suprema Realidad Divina. Dios es Aquél que trasciende todo aquello que percibimos. La Causa, o Karma, puede ser suprimido por el conocimiento, por lo que el conocimiento es esencial. La razón para el volver a nacer, es únicamente nuestra ignorancia. Sin embargo, si logramos aniquilar todo deseo, podremos detener el ciclo del volver a nacer y reencarnar. La Creación es un espectro infinito de la realidad subyacente de las personas, las cosas y fenómenos, con nosotros como seres conscientes superiores. Pero Aquél que ha creado todo, está más allá de toda categoría. Es trascendental porque está más allá de nuestra capacidad de conocimiento racional.

Mediante el Arte de Bendecir, o a través de cualquier otro modo eficiente por el cual el Ser es revelado al ser relacionado a la consciencia Suprema, El nos permite llegar a su conocimiento. Cuando El se nos hace conocido, elimina todo sufrimiento, de acuerdo a nuestra aspiración. Una gota de la Divina Gracia corrige todos los errores, cura toda desventura. El estado en el cual nos liberamos de todo deseo nos otorga una perfecta paz, completa la serenidad y reconciliación interiores. A través del Arte de Bendecir, alcanzamos el estado de Comunión con Dios, logramos concebirlo como "Sat – Chit - Ananda" (eternamente existente – eternamente consciente – eternamente renovado en su gloria). Nos otorga claramente el camino directo y los medios para lograr la Suprema realización. De todos modos, la Gracia de Dios no puede alcanzarse sin ningún esfuerzo. El nos ofrece el Arte de Bendecir como un camino directo para llegar a El, pero El solo puede ser conocido mediante la práctica individual sostenida y constante.

La Ley de Sincronicidad y la Bendición Ocasionalmente, nos sentimos inspirados, tal como cuando estamos en "sincronicidad", esto es, en armonía, y experimentamos coincidencias significativas. En otros momentos, no nos sentimos inspirados, sino más bien experimentamos turbulencia y disarmonía. En los momentos de sincronicidad, todo fluye, personas favorables, acciones y objetos aparecen exactamente en el lugar y momento apropiados. Esta "coincidencia", que parece provenir del mundo de más allá, puede sugerir la ocurrencia de "milagros". Esto es verdadero incluso para los acontecimientos pequeños, por ejemplo: encuentros, "telepatía" – la así llamada cascada de coincidencias, una sucesión de coincidencias (a nivel superior). Por ejemplo: una persona pasa frente a una cabina telefónica, el teléfono suena, la persona responde, la llamada es realmente para él, y quien llama discó este número por error, en vez del número de su casa.! Para muchos, estos son solamente casos extraordinarios del azar o el destino, meramente "coincidencias" o "milagros". En realidad, ellos ilustran la profunda resonancia con las fuerzas misteriosas de Dios. Es solamente nuestro ego el que nos impide estar en un estado de sincronicidad todo el tiempo.

La sincronicidad se vuelve evidente cuando ocurren coincidencias significativas que no están ligadas por alguna causa plausible. Un hecho es sincrónico con otro cuando una experiencia interior (por ejemplo un sueño) nos prepara para un acontecimiento que ocurre mas adelante en el mundo exterior. Deseando algo apasionadamente, creamos lo que deseamos en otro plano (a veces incluso inconscientemente), y podemos lograr efectos extraordinarios. Por ejemplo, la mente tiene poco que ver con los descubrimientos brillantes, más bien es la intuición la que aparece, y la solución viene sin que sepamos cómo, tal como confesó el mismo Albert Einstein. El término sincronicidad (sin: con – y cronos: tiempo) fue descrito por Jung como la aparición simultánea de conexiones entre elementos, de acontecimientos significativamente relacionados, y que ocurren sin una única causa directa. La ciencia no comprende por completo estos fenómenos, y la mente racional los niega. Lo que los conecta puede comprenderse al reconocer la esencia de un Universo casual y misterioso, que produce espontáneamente la iluminación. Las técnicas psíquicas están basadas en la sincronicidad – aparentemente, no hay conexión entre los signos y lo que ellos representan. La adivinación es una forma de sincronicidad. La ley de sincronicidad y la ley de causa y efecto son complementarias. La ley del Karma es la ley de la conexión y la ley de sincronicidad es la ley de los milagros. La comprensión de estas leyes fundamentales conduce hacia saltos espirituales en la evolución. La sincronicidad conecta el mundo material con el mundo psíquico mediante símbolos que no son siempre comprendidos, y que irrumpen desde el inconsciente colectivo. Cuando una persona es sabia y elevada espiritualmente, se beneficia del hecho de tener mayores grados de libertad, desde que ya no está limitada a vivir la vida de acuerdo con los patrones comunes. La ley de sincronicidad le ofrece su poder, y gracias a su creatividad, todo es posible (pero no todo está permitido). Esta "libertad" puede manifestarse de distintas maneras. Por ejemplo, cuando se está en la proximidad de un maestro espiritual, este discípulo avanzado puede verse beneficiado con sincronicidades inexplicables y favorables.

Es posible bendecir casas, lugares, objetos, alimentos, y situaciones. La Energía del Espíritu de Dios puede ser dirigida hacia cualquier objeto, ya que se trata del Espíritu de Dios que existe en lo manifestado, y también fuera de ello. A través del Arte de Bendecir activamos invisibles fuerzas sutiles, y nos conectamos con el campo de la sincronicidad. La llave del Arte de Bendecir El Arte de Bendecir permite que la Suprema Energía, que está más allá de la existencia y de la no-existencia, fluya sobre la persona. Proviene de la esfera todopoderosa del Divino Espíritu de Dios Padre. No existe nada en el Universo igual o superior a ella. Es todopoderosa, ubicua, eterna, y todo, en los tres mundos, está subordinado a ella. La persona que adquiera esta técnica por completo, comprende que nada existe más allá de Dios Padre. Esta Energía nos conduce a la Unica Realidad Eterna, y nos revela la verdad última acerca de la auténtica manifestación del Espíritu Eterno de Dios. Aunque puede ser débil al comienzo, este flujo de Energía Divina gradualmente nos ayuda a trascender el Maya, la raíz de todos los placeres y de todos los sufrimientos), y de este modo alcanzar una vida pura, benéfica. La Suprema Energía Divina nos ayuda a desprendernos de todo lo que nos encadena, nos ayuda a descubrir la sabiduría divina sin ser afectados por el remolino de la vida, conduciéndonos a la liberación final. Nos enseña que todo ser humano es una manifestación divina, lo que nos lleva a experimentar más a menudo y más intensamente sentimientos de amor, compasión, perdón, no-violencia, y altruismo. Nos impulsa y sostiene para que irrevocablemente podamos liberarnos del ciclo de la reencarnación. Nos ayuda a descubrir la naturaleza del Atman. Más aún, puede despertar en nosotros un infinito e incondicional amor, asegurándonos una fuerza interior extraordinaria.

Las principales condiciones para el éxito en el Arte de Bendecir son:

- Una gran fe en Dios;
- El amor a Dios;
- Una clara y profunda comprensión del divino proceso a que se da inicio;
- Un auténtico estado de humildad y abnegación;
- El despertar y la profundización de un estado de ser semejantes a un niño;
- El objetivo de incrementar nuestro altruísmo, y de disminuír nuestro ego;
- La comprensión profunda de la realidad de Dios Padre es un misterio total y abrumador;
- La aceptación del hecho de que Dios Padre está siempre presente en nosotros, a través del Atman;
- La firme creencia de que nosotros, como un niño lleno de humildad, pedimos a Dios algo con la ley divina, Dios habrá de concedernos lo que pedimos;
- La aspiración a superar nuestro ego a través de la humildad y la sincera aspiración hacia Dios Padre, ya que la disminución del ego es directamente proporcional a la capacidad de entrar en comunión con la Suprema Energía, que se derrama desde el Todopoderoso
-Espíritu de Dios;
- Cultivar una amabilidad sincera y real, y la capacidad de perdonar;
- Purificarnos internamente para poder transformarnos rápidamente.

La libre voluntad es un regalo divino, pero debemos saber como emplearla. A través de ella somos capaces de hacer lo que queramos, a pesar de que no todo está permitido. Mediante el Arte de Bendecir, el hombre que ruega a Dios es el que propone, y en breve tiempo, Dios es Aquél que dispone. Cuanto más pequeño el ego, mayor es la energía que recibimos a través de Sahasrara durante la Bendición. La "repuesta" que recibimos es un modo de determinar el grado de egoísmo que nos caracteriza. Es muy importante no mentirnos a nosotros mismos.

Los obstáculos internos son:

- Falta de fe en Dios;
- Vanidad, orgullo y arrogancia;
- Falta de amor, rencor;
- Vicio y fornicación;
- Debilidad, la fascinación con el lujo;
- Codicia y egoísmo;
- Pobreza de espíritu, maldad, sadismo;
- Ira, furia, violencia, crimen;
- Escepticismo despectivo;
- Las pasiones de envidia, celos, murmuración, calumnia;
- Pereza y apatía;

Los efectos de la Bendición El Arte de Bendecir nos conduce a:

-La manifestación de la Divina Energía a través de nosotros. Esto nos pone en contacto con la eternidad, el todopoderoso, el sagrado, divino éxtasis, libertad espiritual, el Reino del Padre, los misterios del plan divino, amor puro y sobrecogedor, e intuición espiritual de la existencia de Dios;
-La apertura hacia un estado de santidad; -La creencia en milagros;
-Una comprensión de los definitivos misterios de la existencia, de la esencia de la vida, de la más elevada de las religiones: el Deísmo; nuestra intensa necesidad de Dios le es placentera, y representa nuestro primer paso sin intermediarios hacia una religión verdaderamente completa;
-La apertura hacia una total vida espiritual;
-Sabiduría divina;
-Curaciones milagrosas;
-El despertar del alma;
-La revelación del Ser Inmortal – Atman, una chispa de Dios Padre;
-La amplificación del benéfico campo "psi";
-La amplificación del estado de éxtasis, y debido a intensas experiencias devocionales, incluso llegar a alcanzar el estado de samadhi;
-Alcanzar el estado de silencio;
-Ser capaces de levitación, premonición, superar la hipotermia, incombustibilidad;
-La introducción de experiencias benéficas sobre personas cercanas a nosotros, y la armonización de energías sobre los objetos que nos rodean;
-La posibilidad de viajar en el espacio y el tiempo, en los mundos astrales superiores;
-La aparición de poderes paranormales benéficos;
-La expansión del horizonte del conocimiento, la posibilidad de emplear capacidades psíquicas a fin de la comprensión de conceptos;
-La transformación de uno mismo en una esfera invulnerable; es decir, que ningún acto de agresión causará una consecuencia traumática;
-La aparición de ciertos estados espirituales elevados;
-La experiencia de ciertos estados de deidificación, en la meditación;
-Relajación, quietud de la mente;
-Receptividad, en el nivel prithivi, mediante la aparición de aromas placenteros (incienso, floral, esencias exóticas) – lo mismo ocurriendo a nivel de otros elementos;
-La aparición de ciertos estados místicos espontáneos;
-Intuición, premonición, éxtasis;
-Curaciones, y mejora del potencial bioenergético.

Para grupos numerosos de personas (más de 50), o si la persona a ser bendecida se encuentra muy lejos, se debe extender el brazo por delante de nosotros. Si la Bendición es para nosotros mismos, mantener los brazos hacia abajo, cerca del cuerpo, de un modo natural.

Si se tiene una gran vitalidad y nuestra fuerza interior es suficientemente grande, se puede tocar a la persona que se bendice con la mano derecha sobre su frente, los dedos abiertos orientados hacia Sahasrara, y sin cubrir la cúspide de su cabeza. Es esencial que la mano derecha, y los dedos, se encuentren relajados. Si se desea bendecir a alguien amado, que se encuentra muy lejos, se debe evocar en la imaginación a esa persona, visualizar su rostro. Si es un grupo, visualizar los rostros de cada miembro del grupo. La distancia entre nosotros y las otras personas, no importa!

Palabras empleadas en la Bendición


Estas palabras deben ser dichas internamente cuando se realiza la Bendición: 

"Oh Señor Dios Padre Celestial, te imploro humildemente, si la persona cuyo nombre es .... (decir el nombre de bautismo) merece, apiadate de ella, vertiendo a través de mí Tu Gracia suprema. Hagase Tu Voluntad. Amen" 

Palabras a ser dichas para bendecir un grupo de personas: 

"Oh Señor Dios Padre Celestial, te imploro humildemente, si las personas con los nombres ... (decir el nombre de bautismo de cada persona), merecen, apiadate de ellos vertiendo a través de mí Tu Gracia suprema. Hagase Tu Voluntad. Amén".

Palabras a emplear para la auto-bendición: 

"Oh Señor Dios Padre Celestial, te imploro humildemente, si quien te ruega ahora teniendo el nombre de...(decir nuestro propio nombre de bautismo), merece, apiadate de el, vertiendo sobre mí Tu Gracia suprema. Hagase Tu Voluntad. Amen". 

Palabras de agradecimiento, dichas al final del dia: 

"Oh Señor Dios Padre Celestial, te agradezco por hacer de mí el vehículo de manifestación de Tu Suprema Gracia. Amen" 

Estas palabras deben ser aprendidas de memoria, y luego utilizadas.


Revelaciones divinas acerca de la Bendición 

La persona que practica el Arte de Bendecir:

- Gradualmente alcanza un estado de simplicidad y pureza, similar a la de un niño. Esto conlleva la eliminación de todo lo que es inútil, insignificante en la vida, ganando en cambio la riqueza de una vida dedicada a Dios.
- Experimenta de un modo pleno la alegría de vivir, una amplificación de la capacidad de apreciar los placeres simples, tales como ser capaces de disfrutar un estado de relajación, una flor, una sonrisa, y otros deleites.
- Se vuelve lleno de compasión hacia todos los seres, experimenta un estado de cohesión con todo, sin menosprecio, desinterés, u odio. Se vuelve un mensajero de Dios para los demás.
- Está lleno de comprensión y buena voluntad hacia los demás. Comprende que no tenemos el derecho de imponer nada a nadie, ya que cada uno es único. Esto crea una misteriosa conexión con las personas, lo que es percibido a través de le empatía.
- Purifica todas sus intenciones. Se siente intuitivamente que todo objetivo encierra dentro de sí el objetivo real. En un punto se dará cuenta de que este hecho no puede disimularse más, porque solamente logrará deshonrarse a sí mismo, y de este modo podrá lograr cambiar su destino, trascendiendo el karma.
- Se vuelve una persona totalmente optimista que contempla la vida desde un punto de vista totalmente transfigurado. Siempre tiene los medios para apreciar y desarrollar la vida de un modo benéfico, y encontrarse lleno de confianza.
- Se transforma en una fuerza generosa, dedicada a un ideal divino. Está mejor preparado para reconocer la Energía Divina, y a fin de transmitirla hacia los demás, desarrolla sus capacidades de transmisor.
- Se vuelve completamente libre de prejuicios, dogmatismos y concepciones rígidas. Es capaz de dominarse más a sí mismo, y tener un alto grado de consciencia tanto de situaciones como de personas. Es consciente de que todo daño causado a un ser es una ofensa a las leyes de Dios, y no puede permanecer inadvertido.
- Observa, comprende y respecta espontáneamente las leyes de la naturaleza, contemple todo con atención, y obedece esas Divinas Leyes.
- Logra un perfecto sentido de justicia. ¿Cómo puede explicarse el sentido de justicia, sin Dios? Quien practica el Arte de Bendecir adquiere la intuición de la Justicia de Dios.
- Comprende a todos los seres, especialmente al sexo opuesto, de un modo más intuitivo. Por ejemplo, cuando alguien nos perturba, debemos ir más profundamente dentro de nosotros, y recuperar esta sensación desde otro tiempo, ya que "soy humano, y nada de lo humano me es ajeno". Se comprende que hemos ya experimentado todo.

Aprende gradualmente a distinguir 6 estados espirituales en la sociedad: 

- Primer grupo (primario): desea satisfacer placeres sensuales.
- Segundo grupo: cree en la existencia de una misteriosa entidad superior.
- Tercer grupo: descubre que existe una fuerte conexión entre Dios y la consciencia.
- Cuarto grupo: trata de comprender cómo se manifiesta Dios.
- Quinto grupo: ha alcanzado una refinada sensibilidad espiritual.
- Sexto grupo: se convierte en un transmisor entre Dios y la Creación.

Al cumplir el Arte de Bendecir, podemos entender mejor a las personas. Esto aclarará el modo por el cual podemos verdaderamente ayudar a la humanidad.

Observaciones A través del Arte de Bendecir aprendemos la verdadera opinión que Dios tiene de las personas a quienes bendecimos. Así podremos corregir cosas absurdas que podamos pensar o sentir acerca de ciertas personas. La Energía se dirige siempre específicamente hacia la persona a quien bendecimos, lo que demuestra que Dios siempre nos da lo que necesitamos. Esta Energía tiene un efecto purificador, tanto en la persona bendecida como sobre aquél por cuyo intermedio se canaliza. El Arte de Bendecir puede ser empleado en todos los mundos (es decir que podemos retenerlo después de que abandonamos el plano físico) y podemos utilizarlo para pedir la asistencia de Dios Padre. A veces cometemos errores en la oración, pero jamás en la Bendición.

La bendición cambia, dependiendo de que la persona a quien se bendice se encuentra todavía en este mundo, o no. Si la persona ha abandonado este mundo, las palabras para la bendición deben ser: ..."si esta persona, quien tuvo el nombre de ... (debido a que después de dejar este mundo, no mantenemos la misma identidad que en el plano físico). En el caso de bendiciones repetidas, los efectos son distintos entre una bendición y otra, y de este modo podemos apreciar la transformación producida en ésa persona. No debemos tener prejuicios acerca de la respuesta de Dios, porque es indescriptible e inimaginable.

Debido a la Bendición, la relación entre quien bendice y quien es bendecido adquiere una intensidad más profunda. Quien ejecuta la Bendición, es también bendecido a su vez. Si deseamos la ayuda de Dios, podemos practicar el Arte de Bendecir aún después de nuestra muerte física, con la condición de que no ingresemos a los mundos infernales, debido a que entonces no seremos merecedores de practicarla.

La Bendición en unísono con un grupo

Es recomendable realizar el Arte de Bendecir sobre un grupo, o también la Auto-Bendición, por alrededor de 7-10 minutos al comienzo de las reuniones. Una persona puede ser elegida, mediante un sorteo consagrado, para que se ubique en el centro del grupo. Todos deben dirigir la Suprema Energía Divina hacia esa persona.

Esta técnica es similar a un grupo de oración, sólo que más poderosa. Si existe un problema grande, y se da un grupo de entre 7 y 28 personas, deben orientarse hacia la divinidad y expresar este tema con profunda sinceridad. Movilización de la totalidad del ser, desapego y rendición a la Voluntad Divina son necesarios para la resolución de problemas. Se debe realizar también un sorteo consagrado para elegir a una persona que será "el oído", quien recibirá todas las revelaciones que deben seguirse.

La meditación es el próximo paso para incrementar la creatividad (es decir, proyecciones hacia el mundo astral superior, tales como Shambala, y el contacto con guías espirituales). Todos deben tomar en cuenta, con atención lo que les ha sido revelado, y debe comunicarse a los demás, o solamente al "oído". Cada participante debe comprometerse a alguna acción. Puede ser el practicar el Arte de Bendecir 7 veces a fin de lograr inspiración divina para mejorar su creatividad, para transformarse en una fuerza perfecta. Este compromiso puede ser re-activado cada mañana, de modo de acelerar la resolución del problema. La manifestación en el plano físico tiene leyes precisas en cuanto a la transformación de la energía desde el plano causal hacia el plano físico, esto es, debe acumularse suficiente energía. Si no se mantiene la re-activación de este compromiso, gradualmente se volverá al nivel anterior, en el que el problema aparecía como insoluble.

Al practicar el Arte de Bendecir en forma diaria, tenemos un diálogo con Dios en lo profundo de nuestro ser, y nos conectamos con la Energía de las Divinas Posibilidades. Por lo tanto, nuestros deseos pueden manifestarse en el plano concreto. Por aplicar el Arte de Bendecir con tanta intensidad como sea posible, logramos la Inspiración Divina y nuestro campo mental se conecta con el punto invisible, a pesar de que pueda no parecer así. En encuentros sucesivos, se debe transmitir y explicitar todo, y extraer conclusiones. El objetivo es poner en claro que la posición que ocupamos en este entramado, aparezca en una forma clara y divinamente integrada.

Al comenzar a partir de nuestro problema, y practicar el Arte de Bendecir en un grupo, nos abrimos hacia la inspiración y la creatividad, al resolverlo. De este modo, todo se clarifica, y aumentamos nuestra decisión para crear verdaderamente. El exorcismo definitivo de una persona poseída puede lograrse, inclusive, mediante la práctica del Arte de Bendecir, actuando en forma unísona con un grupo, y observando ayuno total. En el caso de una posesión débil, el exorcismo puede ser llevado a cabo por una sola persona, o por auto-bendición practicada diariamente.

La Bendición es en esencia una fuerza divina misteriosa que se derrama sobre nosotros desde lo alto: este es el signo reconocible. Este flujo de Suprema Energía se manifiesta en el ser humano bajo la forma de un favor divino obtenido en respuesta de una plegaria llevada a cabo con fe y humildad. Esto evoca la asistencia divina y guía para ese tema en especial, o para otra persona. Aquél que realiza la bendición se beneficia a su vez, porque abre su ser para que la Suprema Energía pase a través de él. En efecto, también está auto-bendiciéndose, y es también ayudado. Auto-bendición Al comienzo, cuando el ego es todavía muy fuerte, es posible no tener éxito al llevar a cabo la auto-bendición. Es entonces necesario bendecir a otros con humildad y fe, tan a menudo como sea posible. Solamente cuando aparece el desapego mediante el ofrecimiento de ayuda desinteresada a otros, podemos disminuir el ego y progresar espiritualmente. Después de que las necesarias transformaciones se hayan producido en nosotros, seremos capaces de llevar a cabo la auto-bendición.

El Programa Planetario de acción urgente "NO APOCALIPSIS"


La siguiente meditación tiene como propósito atraer en el campo energético que rodea el planeta energías espirituales, divinas que elevan la frecuencia y protegen La Tierra. La meditación puede ser realizada por todas las personas, tanto por los yoguis como por todos aquellos que quieren participar activamente de esta meditación.

La meditación consiste en crear a través de nosotros, con ayuda de las entidades angelicales y ayuda directa de parte de Dios El Padre que manifiesta atributos Divinos como Omnipotencia Divina, Voluntad Divina Absoluta, Gracia Divina una energía espiritual y protectora para el aura energética planetaria. Un aspecto importante para el éxito en la realización de este procedimiento que es inspirado por la Fuerza Cósmica de la Gracia Divina TARA, es realizar el método a determinadas horas, todos en unisonó, conforme al horario que en la presentación del método se precisa. (...)

El Programa Planetario de acción urgente "No al Apocalipsis"

"El Método Supremo y Eficiente"

Etapa "0": 
De pie, orientados hacia el Este con la cara y el cuerpo entero, nos interiorizamos; y quedándonos 10-15 segundos con los ojos cerrados, realizamos la señal de la cruz de una manera solemne, mientras decimos internamente: En nombre del Padre. Del Hijo. Y del Espíritu Santo. Amén.
Al final de esta etapa, nos sentamos sobre la silla.

Etapa "1": 
"La Consagración" Señor Dios, Padre Celestial, a Ti Te regalo, aquí y ahora, de una manera total e incondicional, los frutos de este Método Supremo y Eficiente, que aspira, a través de Tu ayuda, en la protección total del planeta Tierra, y de todos los seres humanos, frente a cualquier cataclismo planetario. Amén! Amén! Amén!

Concienciación: 15 segundos aproximadamente

Etapa "2": 
"Puro y bendecido Ángel de la Guarda, te ruego con humildad, aspiración y fe, que me ayudes, me guíes y me impulses, para realizar con éxito aquí y ahora este Método Supremo y Eficiente con todas sus etapas. Te agradezco con amor y reconocimiento, por todo aquello que me vas a ofrecer cada vez".

Concienciación: 45 segundos aproximadamente

"Santo y bendecido Arcángel.........................., te imploro con humildad, aspiración y fe en Dios, que me asistas, me inspires, y me sostengas aquí y ahora, para realizar este Método Supremo y Eficiente, con todas sus etapas. Te imploro, a la vez, que alejes de mi cualquier tentación que podría aparecerme alguna vez, como así también cualquier dificultad o duda que podría aparecerme. Te agradezco con amor y reconocimiento, por todo lo que me ofrecerás cuando me vas a inspirar y sostener.

Concienciación: hasta 45 segundos aproximadamente

Etapa "3": 
"Intimo, perfecto, enigmático y de vida divina dador, Espíritu Santo, Te invoco y te imploro con humildad, aspiración y fe en tu existencia, que me sostengas con tu poder sin fin y total y que me ayudes a realizar exitosamente, aquí y ahora, este Método Supremo y Eficiente, con todas sus etapas. Te agradezco con amor y reconocimiento por toda tu integración, sostén y energía oculta benéfica que me ofreces cada vez".

Concienciación: hasta 45 segundos aproximadamente.

Etapa "4": 
"Invoco, aquí y ahora, con una fe firme, profunda y total, la manifestación oculta de la GRACIA DE DIOS en mi ser, y después aspiro con poder sentirle, cada vez más clara y más intensamente, la acumulación en mi universo interior. Estoy de una manera profunda y plenamente convencido(a) que esto se realiza por causa de la ayuda milagrosa que el Padre Celestial-Dios me ofrece".

Concienciación: hasta 30 segundos aproximadamente

"Invoco, aquí y ahora, con una fe firme, profunda y total, la manifestación misteriosa de la realidad de la OMNIPOTENCIA DE DIOS en mi ser, y después aspiro con poder sentirle, cada vez más clara y más intensamente, la manifestación en mi universo interior. Estoy de una manera profunda y plenamente convencido que esto se realiza por causa de la ayuda milagrosa que el Padre Celestial-Dios me ofrece".

Concienciación: hasta 30 segundos aproximadamente "Invoco, aquí y ahora, con una fe firme, profunda y total, la manifestación misteriosa de la energía de la VOLUNTAD DE DIOS en mi ser, y después aspiro con poder sentirle cada vez más clara y más intensamente, la manifestación en mi universo interior. Estoy de una manera profunda y plenamente convencido que esto se realiza por causa de la ayuda milagrosa que el Padre Celestial-Dios me ofrece".

Concienciación: hasta 30 segundos aproximadamente

Etapa "5": 
Sentimos como se capta, en cuanto nos es posible, igual y simultáneamente, a través de la palma izquierda, las energías de la Gracia de Dios, la manifestación de la realidad de la Omnipotencia de Dios y la energía de la Voluntad de Dios; y sentimos la unificación de estas energías en nuestro universo interior y al nivel del cuerpo físico.
Duración de esta etapa: 2 minutos

Etapa "6": 
Señor Dios, Padre Celestial, Te imploramos con humildad, con una fe firme, total y profunda, que nos ayudes por Tu Gran Compasión, a superar, y a la vez que sean aniquiladas, tanto por Tu inmensa Compasión, como a través de los Frutos Divinos de este Método Supremo y Eficiente, todos los pecados y maldades que nos hacen a nosotros, los seres humanos, merecer de Tu castigo. Te imploramos que nos ayudes, por Tu compasión sin fin, que todos merecemos, no el castigo sino el Perdón y Tu Compasión. Te imploramos, siempre en unisonó, estando llenos de amor, esperanza divina y reconocimiento, que alejes para siempre de nosotros, los Seres Humanos, este vaso de sufrimiento. Hágase siempre solamente Tu Voluntad, así en la Tierra como en el Cielo.
Amén! Amén! Amén!

Al final de esta invocación recibimos conforme a nuestras posibilidades la respuesta mística profunda y asombrosa que Dios vierte en nuestro ser en forma de un flujo energético muy fino y elevador que se manifiesta siempre de arriba abajo, entra por la coronilla y se difunde en todo nuestro ser.

Inmediatamente después pasamos a la realización propiamente dicha de la técnica en la cual se realiza en simultaneidad la captación profunda, amplia e intensa de las energías de la Gracia Divina, de la Omnipotencia Divina y de la Voluntad Divina, que entran a través de la palma izquierda en nuestro universo interior, genera un estado indescriptible de plenitud Divina y después son emitidas desde nuestro ser a través de la palma derecha y los dedos de la mano derecha (conforme a la figura). El ángulo que se forma entre el brazo y el ante brazo derecho es de 60 grados. Fijamos con la mirada sin parpadear la imagen (la fotografía) del globo de la tierra, manifestamos una firme, clara y continua intención para que las energías captadas de nosotros sean direccionadas en un flujo ininterrumpido como una fuente artesanal hacia el ambiente sutil energético del planta tierra

La duración de esta Etapa es hasta el minuto 19 desde el comienzo de la Etapa cero (de lunes a sábado y hasta el minuto 29 desde el comienzo de la Etapa cero el día domingo)

Etapa "7": 
Señor Dios, Padre Celestial, Te agradecemos con humildad y reconocimiento que escuchaste nuestros pedidos humildes y sinceros. Te agradecemos con amor y reconocimiento que nos ayudas a nosotros, los Seres Humanos, con Tu Gran Compasión. Santificado sea Tu nombre, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén! Amén! Amén!

Arcángeles 
Las entidades angélicas, conocidas en la tradición oriental con el nombre de Devas, son seres de luz cuyos principales roles en la Creación son de intermediar la relación entre Dios el Padre y su Creación. El universo sutil en que viven estos espíritus divinos, está estructurado como una gigantesca jerarquía conducida por Dios el Padre. La tradición cristiana menciona que existen nueve niveles, o "coros" Angélicos agrupados en tres triadas a través de las cuales Dios el Padre gobierna e inspira de una manera divina todos los niveles de la Creación. La jerarquía de los Arcángeles pertenece al tercer triada (constituida, en orden descendente, del coro de los Principados, de los Arcángeles y de los Ángeles). Esta triada es la más cercana del nivel de la conciencia humana. El Santo Dionisio Areopaguito, el célebre angeólogo cristiano describe los Arcángeles en su obra "La jerarquía Celeste": "el coro de los santos Arcángeles se encuentra en el mismo escalón con el coro de los Principados y con el coro de los santos Ángeles y comunica tanto con los Principados que con los Ángeles". El ser humano que logra, a través de su pureza y apertura del alma entrar en comunión profunda con la jerarquía Angélica de los Arcángeles puede despertar y ampliar en el mismo a través de ellos, una gama muy variada de estados de conciencia como: alegría, plenitud, humildad, amor divino, aspiración espiritual, desapego, paz, lucidez, y amor por todos los seres humanos. Existen innumerables Arcángeles, algunos de ellos son bien conocidos en la tradición Cristiana y festejadas en las fechas precisas. Tres de ellos son mencionados de una manera explícita en la Biblia: Miguel, Gabriel y Rafael, y en los textos Apócrifos aparecen los nombres de otros también, el más conocido entre estos es Uriel. Pero los Arcángeles no son conocidos solamente en la tradición Cristiana que también en la tradición Hebraica, Islámica, y en varias tradiciones orientales, ellos tienen especialmente el papel de intermediarios entre las jerarquías Angélicas superiores y la humanidad. A lo largo de la historia de nuestro planeta, varios Arcángeles han inspirado y han sostenido diferentes colectividades humanas. Cada Arcángel es descrito de forma tradicional con ciertos atributos específicos, lo que hace posible pedirles ayuda de una manera predilecta en determinadas situaciones. El Arcángel Miguel considerado a veces como el más importante entre todos, es bien conocido especialmente por su rol protector. Por esto él es frecuentemente representado en la iconografía cristiana tradicional venciendo un dragón, el símbolo de las fuerzas de la oscuridad. Hacer por excelencia el héroe luchador de Dios, es siempre representado como joven y muy bello y el inspira y sostiene a todos los que luchan con coraje contra las fuerzas de la maldad Arcángel Gabriel es mencionado cuatro veces en la Biblia cada vez con el rol de mensajero divino. Él es el Ángel que anuncia a la Virgen María del nacimiento de Jesús. En la tradición Islámica Gabriel es considerado el espíritu divino de la verdad y bajo su protección nació el Islam. El profeta Mahoma afirma que el Arcángel Gabriel, le ha dictado el Corán verso por verso. En las representaciones icnográficas cristianas el Arcángel Gabriel tiene en mano un lirio, símbolo de la pureza y del esplendor divino. Arcángel Rafael es el que les dio a los pastores la noticia del nacimiento de Jesucristo. Es considerado el protector de los jóvenes, de los niños, y de los viajeros (peregrinos). En Zohar (el libro del Esplendor), se afirma que el Arcángel Rafael tiene la pauta de curar el planeta y por esta purificación y curación el Ser Humano puede ser curado en cualquier momento de todas sus enfermedades. El es considerado el protector e inspirados de toso aquellos que tienen en la vida el noble ideal de curar y aliviar los sufrimientos de los demás (los médicos, los curanderos). Representado a veces en ropas de peregrino, la imagen del Arcángel Rafael emana una bondad asombrosa. Arcángel Uriel es conocido especialmente por su rol de salvador de cualquier situación difícil. En el "libro de Enoc" el es considerado "el Ángel que vigila y protege a los que se encuentran en el estado de miedo y terror". El sostiene cualquier acción de transformación interior y de los que quieren cambiar para bien su destino, pero a la vez él es quien atrae el castigo divino por los que son malos y perversos. Es representado simbólicamente teniendo en su palma una llama y este Arcángel es considerado en las tradiciones esotéricas occidentales el protector y admirados de los alquimistas. Arcángel Metatrón es el Ángel de la Cara de Dios y el que intermedia las teofanías. El reúne en el libro de la Vida todos nuestros hechos y nos ayuda a concienciar nuestro poder de amar y cuál es el sentido de nuestra existencia.